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Toledo: el autoretrato también es un desnudo

En casi 77 años de vida y 50 de pintor, ha creado autorretratos en varias épocas, ahora se preguntó por qué no hacer cuando la barba está blanca y tiene mas arrugas.

Texto: Gina MEJÍA / Fotos: Jalil OLMEDO

Oaxaca, Oax.- Francisco Toledo proviene de una familia de zapateros, su abuelo Benjamín, tenía un pequeño taller en Ixtepec, en el Istmo de Tehuantepec; en ese lugar fue donde su tía Felicitas aprendió el oficio, llegó a ser de las pocas mujeres que hacían zapatos en ese tiempo.

Toledo creció entre leznas, pieles, agujas y otros materiales, cuenta que fue el taller de su tía Felicitas el lugar donde se forjó para ser pintor.

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A sus casi 77 años no deja de crear un solo día, su trabajo también destaca como gestor cultural, activista en pro de la ecología, la educación y el patrimonio.

“Sin querer y sin saberlo, creo que su taller influyó porque como se hace un zapato se hace un cuadro, mides, cortas, pones color, hay proporciones, un orden, se pega algo o se despega, toda la parte artesanal de la pintura está muy cerca de la elaboración de un zapato”, detalla el artista juchiteco.

Además de pintor, el ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes en 1998, es impresor, dibujante, escultor y ceramista, ha abordado el textil y distintos soportes para crear su obra.

A sus casi 77 años no deja de crear un solo día, su trabajo también destaca como gestor cultural, es un activista en pro de la ecología, la educación y el patrimonio.

Aunque han pasado varios años desde que Toledo dedicó una exposición a la pintura, los últimos meses ha estado trabajando en Naa Pia´, Yo mismo, una serie de autorretraros que se exhiben desde el 6 de mayo en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), una institución que fundó en 1988.

Un niño negro, un esclavo, Toledo

En la muestra de obra reciente hay piezas en papel, algunas cerámicas y telas; el autorretraro ha sido un tema recurrente en el arte de Toledo. Platica que en el fondo, en el autorretrato, no busca hacer una obra idéntica a él, más bien cuida el color, la textura y la composición.

Agrega que hace autorretrato porque es el modelo más cercano que tiene. “Soy yo mismo el que puede estar quieto, o puede estar frente al espejo, sin moverme, sin perder intimidad en el trabajo porque hay otra persona a la cual estás dibujando”.

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En la muestra de obra reciente hay piezas en papel, algunas cerámicas y telas; el autorretraro ha sido un tema recurrente en el arte de Toledo.

La exposición curada por Trine Ellitsgaard está integrada por 120 piezas, donde destacan las pinturas de Toledo antes del juicio final, en otras se ve al fundador del IAGO en diversas representaciones; como un niño negro, como insecto o un esclavo.

A estas piezas se suma la cerámica de Toledo como un artista que no le daba al clavo, en entrevista él señala la obra y dice: “es Toledo martillo, porque no siempre le atino al parecido, pero eso no importa”.

El grabador es obsesivo, es un investigador eterno, siempre rodeado de libros, desde el año pasado escribe una columna en el semanario Proceso, donde da cuenta de los libros que han influenciado su obra.

Encaminado a sus 77 años de vida, con esa obsesión que lo caracteriza, hizo cuenta y menciona que desde que nació, la tierra ha dado la vuelta sobre sí misma cerca de 28,105 días, esto le dio pie para dibujar su retrato en un trompo que gira sin parar, dicha obra es parte también de Naa Pia´, Yo mismo.

La cara es un desnudo

Pero el autorretrato también es un desnudo, porque revelas la cara, Toledo a través de las obras que ahora presenta en el IAGO descubre su carácter y e intereses, el espectador puede verlo como el titulo lo indica, él mismo.

Recuerda una anécdota que le contó Octavio Paz, quien le dijo que cuando Alfonso Reyes visitó Chihuahua y fue a la Sierra Tarahumara, le preguntó a un Tarahumara si no tenía frío, porque andaba descalzo y con un taparrabo, a lo que el personaje le respondió que si a él no le daba frío en la cara.

Es por ello que Francisco Toledo dice que “la cara es un desnudo, pero no se considera así”.

El que no haya expuesto pintura en varios años se debe un tanto a la rapidez con que el artista suele trabajar, comenta que  siempre ha tenido un problema con la pintura al óleo.

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El que no haya expuesto pintura en varios años se debe un tanto a la rapidez con que el artista suele trabajar, comenta que siempre ha tenido un problema con la pintura al óleo.

“Para mi impaciencia el óleo es muy complicado porque seca muy lento, no seca tan rápido como una acuarela, muchas veces he pintado cuadros que destruyo, porque no me siento a gusto con esa técnica, por el secado y tal vez por el olor del aguarrás”.

Pero ahora tenía una telas abandonadas y las retomó porque estaban preparadas de una manera que la pintura seca muy rápido, explica que el problema cuando la pintura seca rápido es que muchas veces la tela absorbe el aceite y eso es malo para la tela, por ello tienen que preparar bien las telas para protegerlas.

“Manuel Serrano hizo una buena preparación, porque a pesar de que absorbe muy rápido, el aceite no pasa del otro lado, es una preparación especial”.

La obra es el final de una vida

En casi 77 años de vida y 50 de pintor, ha creado autorretratos en varias épocas, ahora se preguntó por qué no hacer cuando la barba está blanca y tiene mas arrugas.

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En la vejez, dice el entrevistado, como que los rasgos se acentúan; para él hay algo que hace que sea más fácil de reconocerse.

“Es la vejez pintada, en su momento pinté la juventud o adolescencia y la madurez”.

A Toledo le gusta ver autorretratos, tiene referencias como aquel autorretrato de Rembrandt de viejo, de dicha obra dijo que es increíblemente bella y él fue especialmente a ver la pieza a Colonia, Alemania.

“La obra es el final de una vida, es la decadencia, pero claro, el gran Rembrandt ni ahí es decadente, en el físico sí, pero la pintura es de primerísima, de una libertad increíble”, detalla el artista.

En la vejez, dice el entrevistado, como que los rasgos se acentúan; para él hay algo que hace que sea más fácil de reconocerse y que el parecido pueda ser más verídico ahora.

Naa Pia´, Yo mismo, podrá ser admirada durante un mes y medio en el museo del IAGO, que se encuentra en Macedonio Alcalá 507, Centro Histórico de Oaxaca.

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Staff Santa Cultura

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