“La tarea no es fácil, de eso sí estoy consciente”: Víctor Cata
Por: José Luis PÉREZ CRUZ
Oaxaca de Juárez, Oax.- A más de cuarenta días de haber sido designado Secretario de las Culturas y Artes de Oaxaca, el lingüista Víctor Cata afirma que ante este nombramiento, él está consciente de ser parte de la comunidad cultural oaxaqueña, “y algún día voy a regresar a este sector otra vez”.
En entrevista para Santa Cultura, comentó que ante el fenómeno de la gentrificación, que se vive en Oaxaca y el mundo, su propuesta es fortalecer la identidad a través del amor al lugar donde nacimos y de la difusión de las lenguas indígenas que habitan en la entidad.
También habló de la Casa de la Cultura Oaxaqueña, ante los comentarios que han surgido por los despidos denunciados en redes sociales; además se le cuestionó el hecho, de que en un comunicado de prensa oficial se dijera que dicho recinto dejará “a un lado la privatización los servicios como ocurría en el pasado”, punto del cual dijo no estar enterado.
Al hablar sobre el naciente gobierno estatal, del cual es Secretario de las Culturas y Artes de Oaxaca, Víctor Cata dijo que “es una administración en la que venimos a sumar y no a dividir”
– Para usted como lingüista, escritor e historiador ¿qué representa asumir y aceptar un cargo público como la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca?
Significa una posibilidad de trabajar en equipo con diversas instancias desde el Gobierno, tener la posibilidad de hacer vínculos con las academias, las instituciones, los municipios, los gobiernos comunitarios.
El trabajo que yo he desarrollado en el Istmo de Tehuantepec ha sido en solitario, que yo mismo generé mis propios materiales para la enseñanza de la lengua zapoteca, por eso acepté este cargo, aunque también estoy muy consciente de que a pesar de que en las lenguas indígenas habita mucho de lo que somos los oaxaqueños y oaxaqueñas, siempre abordo el tema de la gastronomía, la danza, la música, de todo este patrimonio cultural intangible que tiene que ver con el pensamiento.
Estar al frente de esta Secretaría me abre esa posibilidad sin descuidar otras áreas de las artes. Como hablante de una lengua indígena, una lengua milenaria, es doble mi compromiso con los pueblos indígenas y sobre todo por la problemática de estar en riesgo de desaparición.
-¿Cuál ha sido el sentir en estos más cuarenta días, en los que ya se ha reunido con promotores culturales y ha acudido a algunas comunidades?
Hay mucha expectativa, porque como tú dices, ha habido espacios que han estado cerrados o descuidados en las anteriores administraciones. La labor que tengo aquí es establecer vínculos con los grupos culturales independientes, yo vengo de ahí, ya sé que es caminar en las comunidades. Me he reunido con algunos grupos culturales, mi intención es recorrer todo el estado. Comencé con el Istmo de Tehuantepec.
– ¿Alcanza el dinero que tiene una secretaría como la de las Culturas y Artes de Oaxaca para hacer todo lo necesario? Por ejemplo, en el rubro de promover y visibilizar las lenguas indígenas.
Yo creo que sin hacer alianzas y sin ir en conjunto, no habrá dinero que alcance, entonces tenemos que trabajar con las instituciones, con los municipios, involucrar a la sociedad. Yo vengo de una tradición de trabajar en comunidad, por ejemplo, cuando alguien muere, se casa, hay un cumpleaños, se hacen alianzas. Hay un pensamiento, una cultura que nos hace uno solo.
-Se ha dejado de generar y de apostar por festivales que incluyan a las mismas comunidades artísticas de Oaxaca, como en un momento fue Humánitas, Instrumenta o el Festival Rodolfo Morales. Parece ser que el espectáculo “Guelaguetza” es como el plato fuerte de Oaxaca.
Sí, por ejemplo, el Festival Eduardo Mata o el que se realiza en el Papaloapan o en la costa. Ya estamos trabajando en eso para que se reactiven y sobre todo, trabajar en las regiones. Para mí es importante reavivar los festivales en las regiones sin demeritar a los que se están en la ciudad, que también tenemos que hacernos presente porque es nuestra ventana al mundo.
También hay que hacer alianzas con la Federación. Muchos convenios se dejaron de hacer, por ejemplo, el PACMYC y el PAICE. Estamos retomando todo esto para poder reavivar estos festivales. La tarea no es fácil, de eso sí estoy consciente.
-En estos días que se ha reunido con diferentes grupos. ¿Cuál ve que sean las necesidades inmediatas de aplicar en políticas culturales dentro del estado? ¿Qué está visualizando realizar en los próximos meses desde la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca?
Todo es muy importante, por ejemplo el teatro, las artes plásticas, la danza, la música, pero la de los pueblos, las comunidades, hay que fortalecerlas. Estamos trabajando para que se reactiven las becas, los programas para que abarquemos a la comunidad cultural y artística.
Es importante reactivar los semilleros, los talleres en las casas de cultura, casas del pueblo. Es importante hacer vínculos con todos para que podamos atender a la población. Hay que participar con ellos de manera activa, hacer gestión en conjunto.
-Se emitió un comunicado donde se habló de la Casa de la Cultura Oaxaqueña, donde en los últimos días ha habido algunas circunstancias en esta institución. Hubo una nota sobre despidos y algunos cambios que se iban a generar. Dentro del comunicado decía que la Casa de la Cultura volverá a ser la casa del pueblo. ¿Por qué se dice que volverá a ser la casa del pueblo? ¿Ya no lo era? ¿También a qué se refería con dejar a un lado la privatización de los servicios?
Pues casa del pueblo en el sentido de que sea un espacio que la gente haga suyo, que la gente se apropie de este espacio y que encuentre ahí talleres que necesite. Que no sea solamente una institución que tenga actividades que nada tengan que ver con el sentir del pueblo. Casa de cultura o casa del pueblo para mí son sinónimos, es para un pensamiento libre, es de nadie, es para todos, para todas.
Toda esta manera que tengo de ver a las casas de cultura es porque toda mi formación de mi infancia se desarrolló en una casa de cultura, gracias al trabajo que hizo el maestro Francisco Toledo en Juchitán que fundó la casa de cultura más importante de país. Mi interés fue la literatura, hubo una biblioteca infantil ahí.
Tengo recuerdos muy hermosos de esa casa de cultura porque había de todo, había apara que tu escogieras y yo elegí literatura. Así es como concibo estas actividades que queremos desarrollar desde la Secretaría de Cultura, que sea un espacio donde la gente se identifique con las actividades que se desarrollen ahí.
-¿Qué servicios se estaban privatizando en la Casa de la Cultura Oaxaqueña?
No conozco a fondo esta problemática. He tenido pláticas con la maestra Sara y ella viene con toda la disposición para hacer este espacio para el barrio, para los oaxaqueños y las oaxaqueñas. Yo estuve cuando se hizo la apertura. El barrio la tiene que amar para que pueda seguir usándose.
-Pero la Casa de la Cultura ya estaba abierta y vimos en redes sociales que anunciaban su reapertura ¿cómo está eso de que se volvió a abrir si ya estaba abierta?
Yo lo entendí más como un rebautizo, como un comienzo, como cerrar un ciclo y comenzar otro con más fuerza.
-Vemos también que hay proceso de gentrificación que, al menos aquí en la ciudad, se viven y que de alguna manera, sí vemos un beneficio económico, pero también están acabando con los legados que la misma gente hace con su día a día y que están tomado otras funciones. ¿Cómo se protege la cultura desde dentro? ¿Cómo proyectar a Oaxaca desde un sentido menos de show y más honesto?
Aquí hay que partir de un fenómeno que está sucediendo y tiene que ver con la economía. La gentrificación es algo que está sucediendo en el mundo donde llega alguien con un poder adquisitivo que tiene la posibilidad de adquirir propiedades en lugares que tienen una historia para nosotros. En Juchitán, la gente ha tenido que dejar sus casas en los centros para irse a la periferia.
Creo que tiene que partir de fortalecer nuestra identidad, de valorar lo que comemos, lo que bailamos, cómo pensamos, cómo sufrimos, la ropa que nos envuelve y cómo transitamos por este mundo; abarcar nuestro patrimonio tangible e intangible y hacer de nuestras casas nuestro amor.
Si tu amas tu casa no la vas a vender por más dinero que te ofrezcan. Lo que dicen las abuelas: “aunque te estés muriendo de hambre no lo puedes vender porque es el sudor de tu familia, de tu sangre”. Que venga otro a pisotear tu casa, eso no se puede.
Por eso es importante que fortalecemos nuestra identidad a través de la cultura, que amemos nuestro idioma, que no seamos mexican curious, ni que folcloricemos nuestro pensamiento, tenemos un pensamiento que nos hace ser lo que somos.
– ¿Piensa asumir este compromiso lo más postergarle posible? Hemos visto antes muchos cambios de Secretario de las Culturas y Artes.
Bueno, como zapoteco que soy no pienso en el tiempo, sino en el trabajo que tengo enfrente y es en lo que estoy concentrado trabajando. Este es un trabajo de largo aliento, no tiene que ver con un evento, sino que es un proyecto duradero.
-Siendo el espacio público como la Alameda de León o el zócalo de la ciudad tan importante ¿se ha visto la posibilidad de generar una agenda constante de actividad cultural? No sólo de presentaciones de artistas o grupos, sino de talleres para los mismos niños que viven o comercian dentro de este sector.
Es una instrucción que nos ha dado el gobernador, el ocupar estos espacios, hacer talleres permanentes, trabajar de manera activa ahí, y que la gente se apropie de estos espacios. Pero también en las periferias, en las agencias. Parte del festival navideño era esto.
-¿Cuál sería su mensaje para los hacedores del arte en Oaxaca?
Pues yo soy de sector cultura y algún día voy a regresar al sector otra vez. Mientras yo esté acá puertas abiertas y a trabajar de la mano con todos con todas, porque es una administración en la que venimos a sumar y no a dividir.