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Inculcan en infantes la ‘Danza de la Pluma’ en la Villa de Zaachila

‘Las Plumitas’ es un grupo de nueve niños y dos niñas que bailan esta danza emblemática, desde los Valles Centrales de Oaxaca

Villa de Zaachila, Oax.- Un padre de familia coloca firme el penacho sobre la cabeza de su hijo, amarra la cinta a la barbilla, entonces por el micrófono, el maestro de ceremonias anuncia la tercera llamada y comienza ‘La Danza de la Pluma’, ejecutada por nueve niños y dos niñas.

‘Las Plumitas’ es un grupo de danza tradicional perteneciente al Instituto Educativo ‘Donají’, centro educativo ubicado en la Villa de Zaachila,  que además de fomentar educación a su comunidad escolar, inculca las tradiciones de la población, toda vez que “La Danza de la Pluma” se baila desde pequeños en esta municipalidad.

Los trazos de este bailable folclórico fueron montados por los hermanos: Miguel Ángel y Andrés Cerero Bracho, quienes durante semanas prepararon a los pequeños cuyas edades son entre 4 y 5 años.

A decir del director de Cultura del Ayuntamiento de la Villa de Zaachila, maestro José Martínez Ochoa, transmitir el conocimiento de la tradición es sumamente importante, toda vez que se genera el proceso identitario de las culturas vivas, como lo es la cultura vasta con la que cuenta Zaachila.

Y es que vale informar que ‘La Danza de la Pluma’ sirvió como el único medio de difusión acerca del proceso de conquista en México. Su importancia es tan trascendente que los hermanos Cerero Bracho han montado esta danza apegada a los lineamientos estéticos y coreográficos a detalle.

«En el cuadro original se manejan nueve bailarines, Moctezuma a la cabeza, dos teotiles, cuatro reyes y dos capitanes de puerta, que interpretan los hombres. También hay dos personajes femeninos: La Malinche y la Cihuapilli, representan la fusión de las dos culturas, la indígena y española; cuando bailan, ellas interpretan esa fusión que es ahora», compartieron los profesores de baile.

Para ejecutar ‘La Daza de la Pluma’ se utiliza una indumentaria particular, el complemento más vistoso del traje es el penacho.

En una base de hojalata denominada corona, tiene grabados jeroglíficos, montan un armazón de carrizo sobre la que fijan plumas de colores formando un semicírculo, adornadas con listones prendidos con espejos grandes, enmarcados en hojalata, conocidos como medallones; en la periferia, hacia el frente, van distribuidos siete gallitos o azucenas es decir, pequeños mazos de plumas y hacia atrás, aproximadamente 30 centímetros abajo de la periferia, cinco de estos gallitos.

En la parte inferior, de un lado y otro de la cara del danzante, penden borlas de algodón. Para sujetarlo a la cabeza utilizan una cinta tejida en telar de cintura llamada barbiquejo.

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Staff Santa Cultura

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