Día a Día

“El minimalismo es el idioma que me gusta”: Trine Ellitsgaard

Gina Mejía

Oaxaca, Oax.- El trabajo de Trine Ellitsgaard en el textil es muy geométrico, las obras destacan por los materiales que utiliza para elaborarlas, lo mismo puede ser un hilo de seda, henequén, pelo de caballo o bien intestinos de cerdo.

La artista danesa juega con materiales que ha recolectado a lo largo de su vida en mercados, tanto de México como del extranjero, muchos son objetos que se utilizan en la vida cotidiana y que fusionados con una fibra toman otro aspecto.

“Mi trabajo es muy minimalista y muy simple, es el idioma que me gusta. Lo que hago es ver el material que tengo y éste siempre te da una idea, luego resuelvo cómo utilizarlos en el telar”.

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Ellitsgaard presenta Tekstil en el Centro Cultural San Pablo, la muestra reúne 24 obras que fueron trabajadas en el taller de la artista, así como en Teotitlán del Valle y el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).

Ellitsgaard presenta Tekstil en el Centro Cultural San Pablo, la muestra reúne 24 obras que fueron trabajadas en el taller de la artista, así como en Teotitlán del Valle y el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).

Para la creadora, una de las cualidades del textil es precisamente la atracción que llega a tener en quien lo ve, “cuando alguien ve los materiales se fascina, siempre van a querer verlos de cerca, para encontrar cómo se hizo el tapiz o tapete, incluso te llama la atención tocar la obra, existe una fascinación”.

Y es que en las piezas que ella presenta se pueden ver distintas texturas, el material salta a la vista, como aquella obra elaborada con intestinos de cerdo que Ellitsgaard encontró en un mercado en Lisboa hace muchos años, estos son utilizados para elaborar salchichas y ella lo hilvana hasta conseguir una obra colgante que refleja una sombra especial en el espacio.

En otra de las piezas vemos canastas diminutas de diferentes colores que la artista encontró en Guanajuato. En esta pieza rememora aquellos ceñidores japoneses con mil nudos que servían como amuleto de protección para aquellos que iban a la guerra, la artista comentó que se inspiró en esta tradición al hacer este textil, donde incluye 640 canastas.

El escritor Michael Sledge indicó que la “variedad de formas y la incansable búsqueda de nuevas maneras de usar los materiales nos desafían a apreciar su trabajo como la expresión de una sensibilidad unificada. Hay cualidades que nunca faltan durante los encuentros con la obra de Trine: una elegancia, un exquisito sentido del equilibrio y una sutil armonía de color y diseño”.

En el taller de Trine Ellitsgaard abundan los materiales, ahora para un tapiz utilizó aquellos hilos que compró en Dinamarca hace mucho tiempo, estos eran utilizados por los pescadores y ella los adquirió cuando la fabrica donde los hacían cerró porque entraron los hilos de plástico.

Ellitsgaard, que en 2013 fue reconocida por la revista Casa Viva como la más destacada en la categoría de Diseño Textil, trabaja en un espacio donde también hay otro artista como Francisco Toledo, su esposo.

Comentó que a él le gusta mucho el textil, pero cada uno tiene un idioma distinto para expresarse, “cada uno trabaja muy diferente, pero los dos tenemos el mismo gusto por los materiales”.

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En una de las piezas se aprecian canastas diminutas de diferentes colores que la artista encontró en Guanajuato. En esta pieza rememora aquellos ceñidores japoneses con mil nudos que servían como amuleto de protección para aquellos que iban a la guerra.

“Francisco tiene  mucha influencia en mi trabajo, pero no se nota, por ejemplo; hace comentarios sobre los materiales que utilizo, pero no es un inspiración directa de colores, en mis piezas no vas a ver ningún chapulín”, agrega entre risas.

La artista danesa que vive en Oaxaca desde hace más de 20 años mencionó que todo el tiempo están viendo libros, platican sobre algunos temas que tienen que ver con el arte y también hacen críticas hacía sus trabajos.

Cuando tenía 17 años Trine Ellitsgaard comenzó a trabajar en el arte textil, contó que le dedicaba mucho tiempo, de 8 de la mañana a 10 de la noche, “nadie me interrumpía, ahora tengo que cocinar, abrir puertas de la casa, atender perros y comienzo a trabajar cuando hay un momento para hacerlo”.

Es por ello que le gusta mucho trabajar en el telar “porque entras en el telar y te agarra, no puedes dejar, empiezas a trabajar con todo el cuerpo en esta máquina, eso me gusta mucho”.

En el taller que tiene en su casa tiene un pequeño telar que se trajo de Dinamarca y lo utiliza para hacer piezas pequeñas y finas, tiene uno más grande en Teotitlán del Valle y ahí hace las obras de gran formato.

Tekstil de Trine Ellitsgaard estará expuesta en el Centro Cultural San Pablo los próximos cuatro meses, los asistentes pueden admirar piezas trabajadas en, seda, cobre, hilo de vidrio, henequén, bambú, pelo de caballo, pita, ramio, papel, oro e intestinos de cerdo.

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Staff Santa Cultura

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