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Alfonso Reyes compartió sus letras con los jóvenes creadores

Ludivina Cantú y Anna Mellado participaron en una conferencia virtual en la que se abordó el interés del escritor regiomontano en estos materiales de divulgación cultural.

Ciudad de México, Méx.-  La colaboración de Alfonso Reyes en las revistas culturales, tanto de México como del extranjero, a las que consideraba materiales esenciales de divulgación que permitían al público acceder a los grandes autores de la literatura, fue tema de la conferencia virtual en la que participaron las investigadoras Ludivina Cantú y Anna Mellado dentro del ciclo Diálogos en femenino con Alfonso Reyes.

Ludivina Cantú afirmó que una de las revistas literarias icónicas y altamente relacionadas con Alfonso Reyes es Monterrey.

Presentada en el marco de la campaña “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la ponencia Alfonso Reyes y las revistas culturales se transmitió a través de la página de Facebook de la Coordinación Nacional de Literatura (/coordinacion.literatura.mx), con Javier Garciadiego como moderador.

La conferencia fue presentada por la escritora Beatriz Saavedra, quien expuso que Alfonso Reyes sabía que la erudición debía mezclarse con la divulgación. “En las páginas de las revistas culturales se entreveran las exposiciones populares con investigaciones doctas, pues delimitar las fronteras entre una y otra clase de trabajos refleja un esfuerzo interminable”.

Colaborador constante de las revistas culturales, en las que incorporó parte de su producción literaria, Alfonso Reyes participó con gran entusiasmo en las publicaciones españolas al llegar a Madrid en el otoño de 1914, donde frecuentaba los círculos en los que se reunían figuras como José Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna o Juan Ramón Jiménez.

“Durante 10 años su creatividad literaria adquirió su máximo esplendor y favoreció estrechar lazos culturales entre la península y América Latina”, subrayó Beatriz Saavedra.

En tanto, la investigadora Anna Mellado destacó que la relación de Alfonso Reyes con las intelectuales de la edad de plata española, en los años que transcurrieron entre 1914 y 1924, posiblemente fue el marco de Ifigenia cruel, el poema dramático que el autor regiomontano publicó en 1923 durante su estancia en Madrid.

“Es verdad que durante el periodo madrileño tuvo una época complicada en lo económico, y otra más fácil entre el 20 y el 24, cuando se integró al servicio diplomático. Reyes frecuentó numerosas tertulias literarias, redacciones de periódicos y también escribió para varias revistas, a veces para ganarse la vida, y otras por colaboración poética”, abundó Mellado.

Un mexicano con vocación editorial

Ludivina Cantú afirmó que una de las revistas literarias icónicas y altamente relacionadas con Alfonso Reyes es Monterrey (Brasil, 1930-1937): “Un aspecto fundamental y característico en la vida del escritor fue su acercamiento permanente a los jóvenes creadores de su tiempo durante su actividad diplomática en Argentina y Brasil. Cuando arribó a esos países llevaba consigo un capital cultural que le permitió gozar de un especial reconocimiento”.

Refirió que la lectura de las obras que los jóvenes le enviaban y el intercambio crítico que hacía Reyes fueron significativos para ambas partes: “Aunado a esto, otra ruta de contacto con las juventudes creadoras de Sudamérica, México y España la constituyeron las revistas literarias y culturales que forman parte de una larga tradición en Iberoamérica”.

Por su parte, el director de la Capilla Alfonsina detalló que existe un ejemplar en este recinto de Libra (No. I. Argentina, 1929), en el cual “Alfonso Reyes pone una marquita y dice: ‘además del artículo en todo metí la mano’. Y eso es lo que hacía Reyes precisamente, en todo metía la mano, todo lo hacía él, distribuía, cuidaba la impresión, redactaba los artículos y por eso es tan importante”.

Recordó que fueron esos años, 31-32, que a pesar de publicar y distribuir Monterrey. Correo Literario se le atacó por su falta de interés en México. “Qué increíble que un autor, que le pone como nombre a su publicación Monterrey y había escrito Visión de Anáhuac (1917), pudiera ser criticado y decir que no se interesaba en México. Alfonso Reyes necesita todavía lectores, reivindicaciones, explicaciones”, agregó.

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Staff Santa Cultura

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