VIVE EN EL ALMA DE OAXACA, DON JUAN MANUEL GARCÍA ESPERANZA
Y aunque el tiempo camina rápido, y ya han pasado 24 meses de su partida física, su recuerdo permanece latente en su Barrio de La Noria, su alma vive intensamente en la ciudad que hizo florecer con sus aretes del jardín y el incomparable amor a su identidad.

Además de la joyería en filigrana, Don Juan Manuel mostraba su raíz con una impresionante colección de Monos de calenda.
En su hijo José Jorge, don Juan Manuel forjó a pulso la continuidad de su arte, siempre deslumbrante, honesto y bien hecho; compañeros de largas jornadas daban forma a la plata con la paciencia y la delicadeza que este oficio demanda.

Este 04 de enero, Don Juan Manuel será recordado con una Celebración Eucarística y el rezo de un Rosario, organizado por su esposa e hijos.
Siempre sonriente y con el ánimo colmado de paz, Don Juan Manuel contaba que la paciencia era la virtud indispensable para poder trabajar la filigrana, “pero cuando a uno le gusta lo que hace, no existe ningún obstáculo para entregarse a una tarea”, me contaba en esas interminables pláticas en su taller de la calle de Vega.
Su mirada viva y llena de orgullo de ser quien era, su trato amable y respetuoso, su ánimo para salir adelante ante cualquier adversidad, y ese gusto de ser el hombre más honestamente oaxaqueño que conozco, lo hacen imprescindible en la historia fidedigna de Oaxaca.

Don Juan Manuel fue un hombre congruente como maestro del arte en filigrana, con su fe en Dios y sus costumbres, con el béisbol y en su casa.
Hoy cuatro de enero será recordado con una Celebración Eucarística y el rezo de un Rosario, organizado por su esposa e hijos. Una cita que nos reúne a través de la eterna presencia de don Juan Manuel, sin duda un fraternal compromiso que nos adentra en el espíritu de Oaxaca.